Las primeras manifestaciones
del racionalismo occidental se advierten ya en la filosofía griega, en los
presocráticos. Sin embargo, el racionalismo clásico no comienza a desarrollarse
hasta Sócrates, que distingue rigurosamente entre saber auténtico, mera opinión
y creencia. El conocimiento auténtico se distingue de la mera opinión porque
está motivado. Su verdad está asegurada con pruebas. Según Aristóteles, se da
auténtico conocimiento cuando se conocen las causas por las que algo es
como es. Distingue él entre conocimiento mediato (las conclusiones lógicas
deducidas de supuestos primeros) y saber inmediato (conocimiento de la verdad
de los primeros principios). El ejemplo clásico de semejante ideal de
conocimiento lo representa la geometría euclidiana, donde de las proposiciones
supremas (axiomas o postulados) se deducen lógicamente todas las demás
proposiciones. Todas las proposiciones de ese sistema se presentan seguras de su
verdad: las primeras por el conocimiento inmediato, las restantes por deducción
lógica. Aristóteles con su concepción dejó su impronta en la alta escolástica
medieval, y su influjo puede rastrearse hasta la Edad Moderna.
Pero el problema básico es y
sigue siendo el conocimiento inmediato de las verdades primeras. El
racionalismo de la Edad Moderna intenta encontrar una respuesta. De acuerdo con
esto, presenta dos formas: como intelectualismo (Descartes, Pascal, Spinoza) y
empirismo (Bacón, Locke, Berkeley). El intelectualismo se designa comúnmente
también racionalismo. Para él intelectualismo, la fuente del conocimiento
inmediato es la intuición intelectual; en cambio, para el empirismo lo es la
experiencia. Kant intenta una síntesis de intelectualismo y empirismo,
sustituyendo el realismo anterior por el idealismo trascendental, que se
basa en la interpelación trascendental: la cuestión de las condiciones de
posibilidad del conocimiento. La certeza del conocimiento dice relación, según
Kant, no a una realidad exterior, sino a las formas de la experiencia, que
están determinadas por las estructuras de la facultad de conocer. Sin embargo,
la solución kantiana ha tropezado con la crítica de la ciencia moderna,
motivada por idos "descubrimientos": primero, el descubrimiento de
geometrías no euclidianas y, segundo, por la formulación de una física no
newtoniana (Einstein).
el racionalismo explica que el origen de el conocimiento es la razón y que el conocimiento solo puede ser proveniente de las ideas innatas osea que uno al nacer tiene una idea de lo que es el mundo y la vida y uno a medida que va viviendo va recordando todo ese conocimiento. :)
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